Manifestación de Impacto Social del Sector Eléctrico: Marco Normativo
Energía, sociedad y regulación
El sector eléctrico en México vive un proceso de transformación normativa y estructural. Con la expedición de la Ley del Sector Eléctrico (2025), se estableció un marco legal renovado para garantizar que la planeación y operación del sistema eléctrico nacional no sólo aseguren continuidad y confiabilidad, sino también justicia energética y responsabilidad social.

In this context, Manifestación de Impacto Social del Sector Eléctrico (MIS) se posiciona como una herramienta estratégica: conecta los proyectos eléctricos con la vida de las comunidades, anticipa riesgos sociales, propone medidas de mitigación y contribuye a que la transición energética sea incluyente y equitativa.

¿Qué es una Manifestación de Impacto Social?
La MIS es un documento técnico-administrativo que identifica y analiza los impactos sociales de proyectos del sector energético. Fue introducida formalmente en 2018 a través de las Disposiciones Administrativas de Carácter General en Materia de Evaluación de Impacto Social de la Secretaría de Energía (SENER).

Con la reforma de 2025, su papel se refuerza: la Ley del Sector Eléctrico obliga a que proyectos de generación, transmisión, distribución y almacenamiento presenten una MIS que acredite cómo dichos proyectos afectan e influyen en comunidades y territorios. La MIS se convierte, por tanto, en un puente entre el cumplimiento normativo y la responsabilidad social, asegurando que la electricidad se produzca, transporte y consuma bajo principios de equidad.

La MIS en el marco de la Ley del Sector Eléctrico (2025)
La reforma energética de 2025 establece un nuevo papel para la Comisión Federal de Electricidad (CFE) como empresa pública del Estado, con el mandato explícito de procurar la justicia energética y garantizar la continuidad, accesibilidad y confiabilidad del servicio.
Justicia energética y responsabilidad social
La justicia energética significa que el acceso a la electricidad es un derecho, no un privilegio. Una MIS debe demostrar cómo un proyecto eléctrico contribuye a garantizar este principio, reduciendo desigualdades territoriales y sociales.
Obligaciones de la CFE y empresas privadas
Tanto la CFE como los desarrolladores privados deben integrar en sus MIS medidas que aseguren la participación ciudadana, la consulta indígena cuando corresponda y la prevención de riesgos sociales (por ejemplo, reasentamientos, especulación de tierras o afectaciones culturales).

Relación con la transición energética
La Ley de Planeación y Transición Energética (2025) alinea los proyectos eléctricos —especialmente los renovables— con metas de sostenibilidad. La MIS en este sector adquiere un rol central: evaluar cómo la expansión de parques solares, eólicos y otras tecnologías incide en comunidades rurales, indígenas y urbanas.
Proceso y contenidos de la MIS
Una MIS en el sector eléctrico incluye varios componentes básicos:
- Delimitación del área de influencia social: definición de las comunidades afectadas directa e indirectamente.
- Línea base sociodemográfica y cultural: caracterización de la población, sus actividades económicas, estructuras sociales y tradiciones.
- Identificación de impactos positivos y negativos: desde generación de empleo hasta riesgos de desplazamiento.
- Medidas de mitigación: estrategias para minimizar impactos adversos.
- Programa de gestión social: acciones específicas de comunicación, participación, desarrollo comunitario e indicadores de seguimiento.
La normativa también exige considerar los derechos de los pueblos indígenas bajo el principio de consulta previa, libre e informada, en concordancia con estándares internacionales.
Comparación con estándares internacionales
La MIS converge con marcos globales de evaluación social:
- IAIA (Asociación Internacional para la Evaluación de Impactos): concibe la evaluación social como un proceso continuo y participativo, que debe adaptarse a los cambios en el ciclo de vida del proyecto.
- BID (Banco Interamericano de Desarrollo): señala diez elementos esenciales, incluyendo la línea de base social, la gestión adaptativa y la participación temprana.
- IFC y Banco Mundial: obligan a integrar la evaluación social en las salvaguardas de desempeño. No basta con mitigar riesgos: se debe potenciar el valor social de los proyectos.

Un parque solar fotovoltaico como ejemplo hipotético
Imagina un proyecto de parque solar de gran escala en el norte de México.

Impactos positivos:
- Generación de empleo local durante la construcción y operación.
- Derrama económica para proveedores locales de bienes y servicios.
- Contribución a la transición energética, al sustituir fuentes fósiles por energía limpia.
Impactos negativos:
- Conflictos por uso de suelo ejidal, si no existe negociación transparente con las comunidades.
- Percepción de inequidad, si los beneficios no se distribuyen de manera clara o se concentran en actores externos.
- Transformación cultural, en caso de que las comunidades perciban pérdida de prácticas tradicionales ligadas a la tierra.
La MIS en este escenario debe incluir un plan de gestión social que asegure participación activa de la comunidad, mecanismos de compensación justa y programas de desarrollo social vinculados al acceso a energía, empleo y capacitación.
Beneficios de una MIS bien implementada
- Licencia social para operar: aceptación comunitaria que evita conflictos y retrasos.
- Reducción de riesgos socioambientales: menor exposición a litigios o protestas.
- Fortalecimiento de la transición energética: proyectos más sostenibles y con acceso a financiamiento internacional condicionado a buenas prácticas sociales.

Retos y oportunidades en México
La implementación de la MIS en el sector eléctrico enfrenta desafíos importantes:
- Infodemia y percepción de riesgo: la circulación de información no verificada puede generar desconfianza en proyectos eléctricos.
- Participación efectiva: no basta con cumplir formalmente con la consulta; es necesario generar diálogo genuino.
- Innovación social: la MIS puede convertirse en plataforma para diseñar programas comunitarios ligados a educación energética, capacitación laboral o electrificación rural.
Conclusiones
La Manifestación de Impacto Social en el Sector Eléctrico es más que un requisito legal: es un instrumento estratégico que articula la planeación energética con la justicia social. La reforma de 2025 la refuerza como un eje normativo que exige a proyectos públicos y privados incorporar medidas de equidad, sostenibilidad y participación.
En proyectos como parques solares, la MIS marca la diferencia entre un desarrollo impuesto y un desarrollo compartido. Al integrar la voz de las comunidades, asegurar la justicia energética y alinear proyectos con estándares internacionales, México fortalece un modelo en el que la electricidad no sólo ilumina hogares, sino que también impulsa bienestar social y equidad territorial.
Referencias
Asociación Internacional para la Evaluación de Impactos (IAIA). (2015). Social Impact Assessment: Guidance for assessing and managing the social impacts of projects. Fargo, ND: IAIA.
Banco Interamericano de Desarrollo (BID). (2018). Evaluación del impacto social: integrando las cuestiones sociales en los proyectos de desarrollo. Washington, DC: BID.
Corporación Financiera Internacional (IFC). (2012). Performance Standards on Environmental and Social Sustainability. Washington, DC: IFC.
Diario Oficial de la Federación (DOF). (18 de marzo de 2025). Decreto por el que se expiden la Ley del Sector Eléctrico y otras leyes secundarias. México.
World Bank. (2017). Environmental and Social Framework. Washington, DC: Banco Mundial.


